miércoles, 11 de abril de 2007

EL HOMBRE INVISIBLE

Jorge Gómez Jiménez


El tipo anda armado. Tiene una pistola en el bolsillo. Por eso no se agarra del tubo de arriba. Por eso se queda cerca de la puerta. Pero ya se la vi. Levantó un poquito el brazo derecho y se la vi. Se le levantó un poquito la chaqueta y se la vi. La tiene en el bolsillo de atrás. La chaqueta se la tapa. Por eso usa chaqueta. Hace calor y usa chaqueta. Este gentío y él con chaqueta. Para taparse la pistola.

Entre él y yo hay tres personas. Un falso ejecutivo. Parece cajero de banco. Una camisa barata. Escucha música en su emepetrés. Una parejita. Hablan de una piscina. Con este calor. El metro a reventar y una piscina. Es una tortura. Ella es muy linda. Tiene una camisa descotada. Es una tortura. El tipo la mira de reojo. Cada vez que puede. Yo la miro de reojo. También miro al novio. No quiero que vea que veo a su novia. No quiero problemas. El tipo no mira al novio. Tiene una pistola y quiere problemas.

El tipo no me ha visto. No llamo su atención. Soy el hombre invisible. El tipo mantiene abajo los brazos. Se agarra del tubo. Uno de los verticales. No puede levantar los brazos. No puede agarrarse de arriba. Si se le levanta la chaqueta se le ve. La pistola invisible. Fue sólo un segundo pero la vi. El tipo tiene una pistola. Yo la vi. Él no me ha visto. Se mira los zapatos. De cuando en cuando gruñe. Como si fuera a escupir. Gruñe y se mira los zapatos. Gruñe y le mira las tetas a la novia del novio. Tiene ganas de escupir y no me ha visto.

No quiero que me vea. Me miro los zapatos. Me pregunto qué oye el cajero. Me concentro. Un chinchineo. Nada concluyente. Una música de rumba. Quizás un reguetón. Me miro los zapatos. De reojo veo al tipo. Vigilo su posición. Si hace un movimiento brusco nos jodimos. Tiroteo. Un tiroteo en el metro. La prensa. La seguridad del metro. Que mate al del reguetón.

Trato de acercarme a la puerta. No tan cerca. Si me pego me tumban. Salen dando golpes. Se meten dando golpes. Nada les importa. Y eso que ni saben que el tipo anda armado. Entrarían en pánico. Un desastre. Todo el mundo corriendo y yo pegado a la puerta. Prefiero los golpes a un tiro.

Me voy a bajar en Plaza Venezuela. Voy para Chacaíto pero sigo a pie. Tengo al tipo cerca. Está cerca de la parejita. Del cajero. Tiene los brazos abajo. Que se baje en Colegio de Ingenieros. Ahí nunca hay gente. Ahí es mejor un tiroteo. Uno puede correr. Nadie te va a pisar. En otra estación sería un desastre. Aquel gentío.

Se abre la puerta. Se baja el cajero. La novia del novio huele a agua fresca. Es una tortura. El tipo no se baja. Se mira los zapatos. Quizás está nervioso. Cuando me pongo nervioso miro la hora. No siempre. Pero a veces miro la hora. Estoy mirando la hora. El tipo no me mira. Soy el hombre invisible. No me mira porque se mira los zapatos. El tipo anda armado y está nervioso. Plaza Venezuela. Cruzo el bulevar a pie. Mejor el bulevar que el metro.

La hora. Minuto y medio. La gente pide permiso. Ahora sí me pego a la puerta. Plaza Venezuela. Los que se van a bajar piden permiso. Pero yo estoy de primero. La parejita se aparta. No se van a bajar. El tipo se me pone al lado. El tipo anda armado y se va a bajar conmigo. Lo miro en el reflejo de la puerta. Él me mira. Ahora sí me mira. No soy el hombre invisible. Miro la hora.

Se abre la puerta. Hay empujones. Rayas amarillas. Hay una cola pero igual empujan. El tipo sale. Me miró en el reflejo. Sabe que sé. Camina rápido. La seguridad del metro. Busco a los de azul. Lo señalaré. Lo denunciaré. Las escaleras parecen vagones. Sube. Se mira los zapatos. Estoy atascado en un vagón que sube. Él no está atascado. Sube. Voltea. Me busca. Me escondo en el gentío. Soy el hombre invisible. Él no puede verme. Lo pierdo. Es un hombre invisible.

Fin de la escalera. Troto. No lo veo. Me escondo detrás de la gente. Hay un gentío en la taquilla. Descuidados. Compran boletos insuficientes. Son mi escondite. Gente que no compra el boleto correcto. Soy el hombre invisible. El tipo anda armado. Pasa por el torniquete. Se va. No me ve.

La seguridad del metro. Tienen que agarrarlo. Lo denunciaré. Lo miro. Se irá. Ahí viene la seguridad. Se me acerca. También está armado pero es la seguridad. Viene de azul y armado. Tiene un radio. Hay otro de azul cerca del tipo. La mano sobre el arma. Tengo que moverme rápido. Con radios será fácil. Le diré al que tengo cerca. No me sale. Quiero hablar y grito. No puedo moverme. La seguridad del metro. El tipo habla con el de azul. Me señala. No soy invisible. Me tiran al suelo. Me revisan. El tipo huye. El tipo anda armado y se está riendo.


http://jorgeletralia.blogsome.com

3 comentarios:

©Javier Miranda-Luque dijo...

Jorge: bravo por este claustrofóbico ejercicio de pánico ficción hiper-urbano.

Abrazo de alto calibre, JML.

Anónimo dijo...

qué nervios, qué angustia, qué desesperación... estaba que me comía las uñas mientras leía. podía oler el metro, a la novia del novio y al tipo de la chaqueta. extrordinario relato.

Roko dijo...

pana.. te pasaste. ¡ qué bueno !